Better knowledge of the technical routes of implantation of native seed mixtures best suited to these environments

1. Preparación del lecho de siembra.

• 1.a. Elimnación de los restos de vegetación anterior mediante desbroce mecánico.
• 1.b. Pase de cultivador para la integración de los restos vegetales en el suelo.
• 1.c. Pase de rastra de púas o desterronador para la homogeneización y nivelación del lecho de siembra.

2. En caso de existencia de un importante banco de semillas y especialmente cuando este se compone de especies avenses muy competitivas, eliminación de este banco de semillas mediante el paso reiterado y periódico de rastra de púas o mediante siega química en cultivos bajo manejo convencional.

3. Preparación de la mezcla de semillas más adecuada a los objetivos a cumplir (incremento de biodiversidad funcional, mejora de la fertilidad, control de erosión, ...).

4. Calibración del equipo de siembra con la mezcla de semillas preparada. Para esta calibración se deberá tener especialmente en cuenta los siguientes aspectos:

• 4.a. Una correcta dosificación de las semillas por los distribuidores, tuberías y botas de siembra, confirmando la no aparición de obstrucciones, especialmente cuando setrata de semillas con formas y tamaños muy variados y con la presencia de aristas, glumas, u otras estructuras que pueden producir aglomeraciones.
• 4.b. Distribución regular de las semillas, evitando la estratifcación por tamaño o densidades específicas de cada una de las semillas diferentes de la mezcla.
• 4.c. La prueba de calibración se deberá repetir al menos una vez para confirmar la estabilidad de los resultados de la siembra.
• 4.d. En caso de aparición de problemas en la dosificación o en la homogeneidad de la siembra durante las pruebas de calibración se puede mezclar la semilla con un material inherte o abono para mejorar la correcta liberación de la mezcla de semillas durante la siembra.

5. Siembra de la mezcla de semillas. Durante las operaciones de siembra, prestar especial atención a la profundidad de la misma, evitando que las semillas sean excesivamente enterradas o que queden en superficie. Para ello, es importante que la sembradora disponga de una rastra de púas para conseguir un mínimo enterramiento de las semillas. Si es posiblie, y la pedregosidad del terreno no lo impide, se recomienda pase de un rulo para poner en contacto íntimo las semillas con el suelo.

6. Evaluación de las emergencias. Tras las lluvias, y pasado un periodo prudencial de tiempo de al menos 15 días desde la siebra, es conveniente hacer una verificación de la emergencia de las plántulas, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:

• 6.a. Identificar las plántulas a nivel específico o por familias dentro de lo posible.
• 6.b. Hacer una estimación cuantitativa del número de plántulas por superficie en al menos cinco microparcelas distribuídas por toda la superficie sembrada.

7. Seguimiento del desarrollo fenológico. Visitar con una periodicidad mensual, prestando especial atención al desarrollo de las distintas especies, fenología, cobertura y posibles infectaciones de arvenses potencialmente peligrosas para el desarrollo de la cubierta.
Verificar los momentos de floración y fructificación de cada especie para decidir el mejor momento de control de la cubierta mediante siega química o mecánica.

8. Desbroce. Este se deberá realizar una vez confirmada la maduración de las semillas. Mediante este se consigue la dehiscencia forzada en aquellas especies de comportamento indehiscente y la creación de un acolchado con los restos de la vegetación desbrozada.

9. Manejo del suelo tras el desbroce. En aquellos suelos con alto contenido en arcillas y aparición de grietas que comprometen la productividad del cultivo por pérdidas hídricas en verano, puede ser conveniente dar un pase de rastra o cultivador superficial sin hacer volteo de los horizontes edáficos para evitar la incorporación de las semillas producidas al banco de semillas del suelo, en horizontes a profundidades que eviten su germinación tras las siguientes lluvias.

10. Evaluación de la germinación tras la primera resiembra natural y resiembra en caso de necesidad debido a excesiva predación de las semillas por insectos o aves, lixiviación o falta de suficiente producción de semillas.